El viaje inicia adentro
Nov 14, 2021Este blog tuve el gran placer de escribirlo con alguien que admiro muchísimo por su liderazgo, valentía, carácter y además porque se atrevió a atravesar su vulnerabilidad y exponerse, para contar como vivió sus días de depresión y ansiedad. Como muchos saben, yo también padezco de trastorno de ansiedad crónico que casi me lleva al suicidio en abril de este año. Por eso, ser parte de este blog con Daniela Pineda es para mi todo un honor. Debo confesar que ella fue la que me invitó a participar del blog y por supuesto que acepté de inmediato. La versión en inglés se las dejaré al final para que accedan a la página de Dani y también la pueden seguir en instagram en el perfil @danipineda
El viaje inicia adentro
Cuando hablamos de salud solemos asociarla con la parte física, tener un cuerpo que cumpla los estándares de lo saludable, colesterol adecuado y un montón de índices que no siempre entendemos. Seguimos dietas, rutinas de ejercicio, tomamos vitaminas y compramos un sinfín de productos para la piel con tal de alcanzar ciertos estándares.
Unos años atrás escuchábamos en todas partes que solo las personas bonitas y exitosas eran felices, ignorábamos nuestras emociones porque creíamos que llorar nos hacía débiles y empezamos de a poco a descuidar nuestro interior, acumulando heridas que terminaban explotando en algo más grave. Un cuadro depresivo, un ataque de pánico, dolores corporales que nadie lograba explicar y un montón de enfermedades que nos impedían alcanzar esa felicidad anhelada.
Todos estos discursos y frases motivacionales que alimentaban el cuidado por nuestra parte exterior, el físico y los bienes materiales, empezaron a desquebrajarse cuando más personas nos dimos cuenta que incluso “teniéndolo todo” seguíamos sintiéndonos tristes, solos o acumulábamos ansiedades. Pero, nos faltaba lo más importante: hacernos responsables de nuestras emociones y heridas internas.
Cuidar nuestra salud mental requiere de ser valientes para primero abrazar nuestros dolores y situaciones difíciles y luego incorporar pequeños hábitos a nuestra rutina que nos traigan inteligencia emocional, libertad y paz.
Si alguna vez te has preguntado acerca de tu estado mental o sentiste la necesidad de profundizar un poco más en el tema, la terapia puede ser un gran primer paso para llegar al fondo de cualquier cosa que pueda estar molestando o reteniendo. No te desanimes si lo has probado en el pasado o si eres nuevo en esto y tienes miedo de equivocarte; Los terapeutas no son un modelo único para todos, por lo que pueden ser necesarias algunas sesiones o ver a algunos profesionales diferentes antes de encontrar a alguien con quien nos sintamos cómodos.
Debido a que la mente y el cuerpo están tan profundamente entrelazados, a menudo recibimos señales de que algo puede estar mal. Por supuesto, es normal pasar por los altibajos de la vida, aceptar el cambio, etc. Por otro lado, si nos encontramos alienando a nuestros seres queridos, sintiéndonos inquietos o teniendo cambios de humor severos durante períodos prolongados de tiempo; esas podrían ser señales de advertencia de que se está gestando algo más profundo.
Si bien la terapia es una herramienta asombrosa, existen muchas otras formas de abordar la salud mental y la atención plena. Los hábitos sencillos pueden tener un profundo impacto en nuestro día a día.
Aquí hay algunos que me han funcionado…
- Una conexión profunda con nuestro creador: lo probé todo, no digo que no funcione porque la ayuda profesional y todo lo que agregaré a continuación son excelentes herramientas que podemos adoptar a lo largo de nuestro proceso. Sin embargo, la paz interna que proviene de tener una conexión más profunda y espiritual con nuestra fe obrará maravillas en su vida.
- Diario de gratitud: tan sencillo como tener una bitácora en la que todos los días, al despertar, apuntes las razones por las que estás agradecida. Agradecer nos conecta con nuestra parte positiva y nos permite darnos cuenta de lo afortunados que somos.
- Respiración consciente: una de las técnicas más sencillas del mindfulness es respirar de manera consciente, dándonos un momento para conectar con el aquí y el ahora tomando inhalaciones profundas y exhalando calmadamente.
- Escribir para sanar: a veces nos cuesta decir en voz alta lo que nos ocurre o estamos cargados de pensamientos recurrentes para ello es bueno escribir, sin forma ni orden, solo descarga en una hoja todo lo que pase por la mente. Luego, si quieres, puedes quemar el papel, rasgarlo o botarlo para sentir cómo se van esas emociones.
- Escuchar podcast: aquí te dejo algunos que personalmente me gustan mucho.
- Yoga Al Alma
- Despertando
- Se regalan dudas
- Entiende tu mente
- Medita Podcast
- Lunes 4-19
- Weekle Energy Boost
- Spiritually Hungry
- Hilarious World of Depression
- The Butterfly Effect
- Owning It: The Anxiety Podcast
Estos son solo algunos entre tantos otros que están ahí para ayudarnos a aprender a manejar las emociones y brindar un espacio para la conexión tanto personal como con otras personas con experiencias similares.
El último pero no menos importante…
Una red de apoyo – amigos, familiares, pareja – que te ayude cuando más lo necesites, es vital. Buscar consuelo; quién te escuche o simplemente para quién te brinden compañía. Saca tiempo para ti, escucha a tu cuerpo cuando te sientas cansado, no te auto sabotees, vive un día a la vez y mírate con amor.
Recuerda que todo comienza en nuestro interior, tomarnos un tiempo para nosotros mismos, escuchar a nuestro cuerpo (al igual que después de nuestros entrenamientos) y aprender técnicas sobre cómo evitar el auto sabotaje realmente se suma a lo anterior. Lo más importante es que nunca debemos olvidarnos de vivir en el presente y de vernos a nosotros mismos con ojos de amor. Fuiste creado con un gran propósito, eres amado e importante.
Ahora, te quiero presentar a mi amigo Alex, a quién admiro por su historia. Aprenderás sobre su historia y su viaje con la salud mental, pero esa no es la verdadera razón por la que está aquí. Está aquí porque es muy valiente por todo lo que ha creado para sí mismo y porque Alex fue alguien que extendió su mano cuando más la necesitaba. Por eso, siempre estaré agradecida.
Mi nombre es Alex y durante muchos años siempre vi el tema de la salud mental como lo ven la mayoría de las personas y es como si fuera un tabú o que no tiene nada que ver con nosotros, pues pensamos que son a otras personas las que les
suceden cosas; parecido como con la muerte, pues pensamos que los que se mueren son otros menos nosotros o los de nuestra casa, que eso nunca nos toca.
Pues hoy quiero contarte que a mi también me tocó y estuve también al borde del precipicio y de no contarte esta historia. La salud mental no se ve en las redes sociales, pues como lo mencioné anteriormente para muchos es solo un tabú, pues de generación en generación pensamos que cuando alguien te menciona que está teniendo situaciones depresivas o de ansiedad no las tomamos en serio por el rechazo inconsciente que eso puede representar loquera. A su vez, me atrevería a pensar que un 95% de la población mundial cuando ve a alguien que está pasando por etapas depresivas, piensa que está asociada a temas económicos y por eso la reacción inmediata cuando se comparte que hay situaciones de tristeza que no se comprenden, respondemos diciendo pero por qué estás triste si nada te hace falta.
Déjame decirte algo, la depresión y la ansiedad, no significan que algo falta. Es verdad que hay “detonantes” que hacen que estas emociones se disparen en el ser humano; sin embargo, la enfermedad como tal se genera por la mezcla de diferentes sustancias en el cerebro y adivina qué… todos tenemos cerebro. Por ende, también te puede pasar a ti o a alguien cercano a ti.
La ansiedad a nivel médico se denomina como trastorno de ansiedad crónico que es una mezcla de ira, tristeza, angustia y miedo. Por el contrario, su hermanita la depresión se denomina trastorno depresivo donde predomina la tristeza. Solo quien ha podido padecer de alguna de estas dos, puede llegar a comprender realmente lo que se siente.
Cuando alguna persona te diga que se siente ansioso o depresivo y que no sabe la razón o cómo explicarte lo que está sintiendo, es momento de creerle y el mejor apoyo que le puedes dar es acompañarlo y motivarlo a que se permita ver a un profesional de la salud ya sea psicólogo o psiquiatra.
Desde mi experiencia lo menos que podemos decirle a alguien es tranquilo que todo pasará, pues tu no estás viviendo la emoción que se está experimentando en el momento y créeme que cuando te dicen eso, puede llegar a ser peor que un insulto, pues estar ahí es no ver luz al final del túnel.
La salud mental no puede ser más un tabú en los tiempos modernos. Es más, me atrevería a decir que el acompañamiento psicológico y psiquiátrico debería ser una práctica normal así como la de ir al dentista. Es decir, por más que no sintamos nada, deberíamos hacer la labor de ir por lo menos al psicólogo una o dos veces por año.
Todos los días nos cargamos de emociones por diferentes circunstancias normales
de la vida, y es necesario hacer la “desintoxicación” mental para poder no llegar al trastorno como tal.
Por último, esos dos trastornos son solo el comienzo de lo que puede llegar a ser la esquizofrenia y otras enfermedades mucho peores que tienen que ver con nuestra mente. Recuerda que nuestro cerebro es un órgano como cualquier otro (corazón, hígado, riñones, etc), y también se puede enfermar. No esperes a que eso suceda y comienza a generar conciencia y prevención al respecto. Nuestra invitación es que no seamos parte de la estadística del resultado más terrible que generan estas enfermedades que es el suicidio.
Todo comienza hoy mismo cuando comprendes la dimensión de lo que significa estar con buena salud mental.
Con amor,
Dani & Alex
Blog en inglés: The journey starts from within
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