2021 El año que aprendí que...

Estamos a pocas horas que llegue a su fin este año 2021. A medida que el año termina, nos podemos permitir reflexionar de lo que fueron estos 12 meses y quién pudimos ser a lo largo del tiempo.

Es momento de hacerse preguntas cómo:

•  ¿Me siento feliz por este 2021?
•  ¿Fue mejor que el año anterior?
•  ¿Cuál fue mi mayor aprendizaje?
•  ¿Cuál mi mayor éxito este año y mi mayor fracaso?
•  ¿Cómo podría haber hecho un 2021 mejor de lo que sea que haya sido hasta hoy?
•  ¿Por qué estoy agradecido?
•  ¿Cuál fue esa relación que lleve a otro nivel en mi vida, o por el contrario di por terminada?
•  ¿Cuáles fueron los hábitos que comencé o terminé, qué tanto me apoyó esa decisión?
•  ¿Cuál fue la decisión más importante que tomé?
•  ¿Qué hubiera hecho diferente?

Y tal vez, a medida que vas leyendo las preguntas, te estás cuestionando para qué debo hacerme esas preguntas y lo que tengo para decirte, es que la introspección que hacemos en estos tiempos es una oportunidad que se nos renueva cada año para ser mejores seres humanos y seguramente estas preguntas te pueden confrontar o por el contrario alegrar de saber toda la transformación que ocurrió en tu vida.

Para muchos, este año pudo haber sido un retroceso; sin embargo, tengo para decirte que sin importar los resultados que estés viendo en tu vida, cada año es una evolución para ti y para tu alma. El aprendizaje que tuviste este año por más fuerte que haya sido o no te gustará, fue justo lo que necesitabas en tu vida. Haciéndote las preguntas correctas, vas a comprender dónde pudiste haber actuado diferente para cambiar los resultados que hoy en día tienes y que es posible que no te gusten. Para otros, este año pudo haber sido un año en lo que se ve extraordinario, de creaciones maravillosas y con ganas de seguir adelante. Si este es el caso, siempre te voy a felicitar, sólo que debes tener en cuenta que eso que hoy celebras, debes validarlo cada día y cada mes del año 2022. Recuerda que las victorias siempre son temporales, podemos celebrarlas, pero un verdadero ganador celebra poco, porque sabe que la vida no es una maratón sino una carrera de que parece de 100 metros sólo que no tiene meta de llegada. Se celebra poco y se construye mucho.

En lo personal, este año 2021 aprendí a valorar más que nunca la vida. En lo que a mi me corresponde, creo que estuve muerto casi 24 horas y cuando desperté fue una de las experiencias más fuertes que jamás haya tenido en mi vida; sin embargo, hoy en día, gracias a ese suceso valoro con mayor fuerza cada segundo, cada día, cada mes y por supuesto cada año de vida. Esta oportunidad que tenemos todos llamada vida, es una oportunidad que tenemos por determinado lapso y en cualquier momento se puede acabar. Este año aprendí que no podemos dar nada por sentado, pues un día eres una persona exitosa y al otro día lo perdiste todo, un día estás sano y al otro estás al borde de la muerte, un día tienes amigos admirándote y alabándote y al día siguiente, esos mismos amigos son tus justicieros.

Por eso aprendí a no juzgar, que simplemente las cosas son como son y que cada persona que existe en esta planeta está viviendo su propio aprendizaje, y eso va para ti, tu pareja, tus padres, tus hermanos, tus hijos, tus amigos. Dejemos de juzgarnos tanto los unos a los otros o incluso a nosotros mismos. Hoy te invito a que simplemente haciendo la introspección anterior, no te juzgues, sólo valora, aprecia y agradece lo ocurrido y usa esa introspección como una plataforma de lanzamiento para todo lo que viene en este 2022.

Agradece tu pasado, bendice tu futuro y comprométete con tu presente me dijo una vez Marcela la madre de mis hijos y creo que es una de las frases más sabias que he escuchado este año. Este presente es lo único que tengo a disposición y el que me permitirá sembrar un mañana extraordinario y mientras tanto, si o si, me disfruto esto que estoy viviendo.

El 2022 es el año de la mentalidad exponencial, donde demasiados avances tecnológicos se darán y la forma como vemos las cosas cada día cambiará más. Por eso te pido que te prepares todos los días para esa transformación que ya está ocurriendo alrededor tuyo y seguramente ni te has dado cuenta. Es momento de prepararte para ser un protagonista de la historia y dejar de ser un espectador.

Gracias por acompañarme este año 2021, yo declaro haberte servido en lo que más pude con mis mensajes del blog, con mi podcast, con mis entrenamientos, con mis historias y mis mensajes y desde ya me comprometo a darte todo de mí en este 2022.

Feliz año para ti y todos los que te rodean.